Tomé la tarjeta que me entregaron en la esquina y pensé..."me quedo un rato". Entre en el Bar La Paz, todavía estaba tranquilo. La cosa comenzaba a las 21.00. Una noche especial dedicada a las librerias de la Av. Corrientes, a los escritores y libreros. Actividades de lectura y charla en algunos lugres, música en la calle y algunas cosas más.
Entré y no había mesa disponible. Mientras buscaba con la mirada, el señor de barba que estaba tomando un café me miró y con cortesia me ofreció la silla de enfrente, en su misma mesa. Acepté. Era un ambiente para compartir. La calle era de todos, el lugar era de todos y las mesas también. El siguió con su café y su mirada perdida. Yo pedí el mío.
La puerta abierta de par en par... la gente entraba y salía. Y poco a poco todo comenzaba a tener esa ebullición de los preparativos. Mis pies estaban tentados de seguir la caminata. Pensé en todos los discursos que escuché en mi vida, camará al hombro a veces... y siempre eran lo mismo.
Esta vez podia elegir y no estaba trabajando. Así que poco me importó lo mediático de la cuestión, ni las palabras pomposas de nadie.
Salí a buscar mis propias imaganes, mis propias sensación, la historia que quisiera.... Mi propia noche.
Así comenzaron las fotos que aquí les dejo. Caseras, pero de corazón.
10 de Diciembre de 2008 - Buenos Aires, Argentina.
